Sabella: el plan de Trump es una esperanza, se requiere una estrategia integral de paz
El líder católico palestino ve con buenos ojos la propuesta de 20 puntos sobre Gaza: "Es imperativo detener la muerte y la destrucción". El problema de Hamás (con sus distintas facciones) que todavía no ha dado una respuesta. La esperanza de un "primer paso" hacia el fin del conflicto y una reconstrucción que excluya el desplazamiento forzado o la transformación de la Franja en una riviera. La importancia de una fuerza internacional y el papel de países musulmanes como Indonesia.
Milán (AsiaNews) - "El éxito de este plan de paz de 20 puntos, que es una fuente de esperanza, depende de la aceptación de ambas partes, en primer lugar de Hamás". Pero el control de la Franja está en manos de "diversas facciones" con múltiples bases "desde Gaza hasta Qatar, y por lo tanto la cuestión sigue siendo compleja". Sin embargo, todos esperan que se pueda dar "el primer paso" hacia el fin del conflicto. Bernard Sabella, ex representante de Fatah y secretario ejecutivo del servicio a los refugiados palestinos del Consejo de Iglesias de Oriente Medio, dialogó con AsiaNews sobre el "plan de Trump" para acordar una tregua, tan deseada como largamente esperada. "Tengo esperanzas -continúa- porque el alto el fuego es imperativo ante el indescriptible nivel de destrucción, con más de 66 mil muertos de los cuales 17 mil son niños, aunque en estas horas ya están surgiendo voces contrarias en Israel".
AsiaNews contactó telefónicamente al líder católico y profesor palestino en Jerusalén, donde se encuentra en este momento. A continuación, ofrecemos la entrevista completa.
Profesor Sabella, ¿qué piensa del plan de 20 puntos elaborado por el presidente de EE. UU. Donald Trump y respaldado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu?
En primer lugar, aprecio que no se haga referencia a un desplazamiento de la población palestina, no se menciona una posible resolución de la cuestión palestina simplemente trasladando a la gente a otro lugar. Y creo que Egipto, Qatar y otros países árabes como Jordania también han apreciado este aspecto del plan, que excluye el desplazamiento de personas al desierto o a otro lugar. Incluso quienes decidan irse tendrán libertad para regresar. Otro aspecto que valoro es que no se concibe a Gaza como una "riviera" o un enorme casino, como algunos imaginaban al principio. Por el contrario, es un lugar donde se puede reconstruir, donde se puede recomenzar la vida, donde se puede tener esperanza.
Y en el que no deben mandar las armas...
Exacto, eso también es fundamental, la decisión de desmilitarizar la Franja de Gaza es esencial. Mi mayor esperanza es que todo Oriente Medio pueda ser desmilitarizado, pero esta no es la realidad actual. Porque sin armas, las personas pueden vivir en paz y en armonía con los demás.
Desde una perspectiva más amplia, ¿qué puede ofrecer?
Ampliando la visión, el "plan Trump" puede ofrecer una estrategia global de paz que, en mi opinión, Israel nunca ha tenido. La respuesta de los parlamentarios israelíes a menudo ha sido "queremos la paz, pero son los otros los que quieren destruir a Israel". Si en Israel realmente tomara cuerpo una estrategia de paz con los palestinos, podría luego aplicarse en Líbano, en Siria y en todos los otros países islámicos.
¿Es importante que también se involucre la comunidad internacional?
Por supuesto, es fundamental. Estamos hablando de un movimiento internacional de paz que incluye a Indonesia, que contempla la presencia de países árabes e islámicos y sus ejércitos. En este sentido he oído que Egipto estaría entrenando a cientos de palestinos para convertirse en fuerza policial en Gaza. Y además del grupo que propuso Trump para garantizar la tregua y la paz, es esencial la participación de "tecnócratas" palestinos que puedan asumir el control del territorio. Dadas las circunstancias, creo que esto es aceptable. Aunque algunos en Ramala querría un ingreso de pleno derecho de la Autoridad Palestina, esta tiene una agenda diferente en cuanto a reformas. Finalmente, creo que todos los reconocimientos de Estados europeos como Francia, España, Portugal y otros [Australia y Canadá] han constituido un factor importante para el desarrollo del plan. Si queremos la paz en Oriente Medio, la opción militar no es suficiente; hay que trabajar en un nivel diferente en el que palestinos e israelíes puedan mirarse a los ojos y vivir en relativa armonía unos con otros.
El propio Trump se ha involucrado personalmente en el éxito, y ahora asume la responsabilidad en primera persona. ¿Tendrá éxito esta "presión", tanto sobre Israel como sobre la parte palestina?
Yo también creo que su intervención es importante y decisiva. Toda la presión recae ahora sobre Hamás para que lo acepte, y en mi opinión cometería un grave error si lo rechazara. Creo que deben seguir adelante y trabajar en ello, contando también con el apoyo de los Estados árabes y musulmanes que lo han aceptado y tienen mucho interés en que funcione. Por eso, con mayor razón, Hamás debería apoyarlo. Es cierto que ya se han elevado voces de otras facciones en la Franja, como la Yihad Islámica, que estarían en contra, pero creo que Egipto y Qatar desempeñarán un papel fundamental para que pueda ser aceptado y aplicado. El Cairo, Doha y también Arabia Saudita y Turquía, todos pueden ejercer cierta influencia sobre Hamás.
Por el contrario, Irán parece estar en una posición de segundo plano...
En este momento Teherán no está involucrado en el proceso; en cambio, hablando siempre de países musulmanes, es muy importante la presencia de Indonesia, que desde el principio ha apoyado con convicción la iniciativa de paz. Hay estudiosos islámicos indonesios que han desempeñado un papel importante y están estudiando la manera de favorecer una reconciliación entre los musulmanes y todos los otros ciudadanos del país. Es una iniciativa fundamental que debería involucrar a cristianos, budistas y judíos. Todos estos son factores que deberían llevar a Hamás a aceptar el plan y ver cómo se puede implementar en la práctica.
Profesor Sabella, antes aludió también a la Autoridad Palestina: ¿está realmente excluida del proceso o ella también puede tener una función?
Creo que el problema radica en que algunos políticos israelíes consideran a la Autoridad Palestina en sí misma como una amenaza. Consideran a la ANP como el potencial para un Estado palestino y no quieren que eso suceda. Por eso la presentan como muy débil, como necesitada de reformas. Por favor, no soy un apologeta de la Autoridad Nacional, pero ha hecho cosas muy buenas sobre el terreno. Se pueden aceptar algunas políticas y rechazar otras, pero en general han proporcionado un marco de referencia para un autogobierno del pueblo y de la sociedad palestina. En general han hecho un buen trabajo. No obstante, para algunos políticos israelíes el peligro que representa no deriva de su punto de vista, diría moderado, sino del hecho de que pueda constituir el camino para el nacimiento de un Estado palestino.
En este sentido, no hay referencias a un Estado palestino, pero Trump ha dicho que no habrá "anexiones". En su documento de apoyo, los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes y musulmanes se refieren a una garantía suya de que no habrá ocupación de Cisjordania por parte de Israel.
El plan habla de Gaza específicamente y no menciona Cisjordania de manera explícita. Para países árabes como Arabia Saudita la anexión - por cuestiones de carácter interno - significaría la imposibilidad de establecer relaciones diplomáticas con Israel y la perspectiva de una normalización. La clave es que hoy no solo los palestinos, no solo los Estados árabes, sino en primer lugar, Israel, debe elaborar una perspectiva estratégica de paz. Una visión que supere la táctica de guerra (si ataco a Irán, golpeo a Hezbolá) y que abarque todo Oriente Medio. Un proyecto que vaya más allá de los gobiernos y las autoridades y que involucre a las personas, que mire a las bases, que fomente el diálogo y el debate interreligioso, social y humano, antes que político.
En estos meses, el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, ha afirmado en varias oportunidades que el fin de la guerra no significará el fin del conflicto. ¿El plan de Trump puede ir en esta dirección? ¿Y qué papel puede desempeñar la Iglesia?
La comunidad católica es minoritaria, y la de Tierra Santa es una Iglesia pequeña, pero a pesar de eso puede ejercer influencia y ha realizado un gran trabajo en esta fase. Por eso creo que el plan de Trump, si es capaz de producir resultados concretos y prácticos, puede ayudar al diálogo. En esta perspectiva, la Iglesia y los cristianos han sido un modelo. Es un ejemplo de cómo se puede ir al encuentro del otro en la vida cotidiana, en las escuelas, en los hospitales y en las clínicas, al acoger a los refugiados de la comunidad greco-ortodoxa en la parroquia latina de Gaza. Todos nosotros, en Tierra Santa, miramos con esperanza cualquier plan que no solo apunte a la reconstrucción de Gaza para su gente, sino también a la reconstrucción de la comunidad cristiana y sus instituciones, destruidas durante la guerra. Queremos que Gaza siga siendo un lugar donde los cristianos palestinos puedan practicar su religión, vivir en paz, encontrarse con los demás, especialmente con sus vecinos musulmanes, y crear un futuro y una perspectiva diferente para la Franja. Sigo siendo cautelosamente optimista, y espero que las cosas funcionen tanto por parte israelí como en el frente palestino, para poder finalmente iniciar un largo proceso hacia la reconciliación, la reconstrucción y la esperanza.
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