Antes de partir de Ulán Bator, el pontífice bendijo la Casa de la Misericordia, donde la pequeña Iglesia de Mongolia acoge a los descartados. La inauguración de este signo que quedará del histórico viaje de estos días fue la oportunidad para "desmentir algunos mitos" sobre la caridad. "Los cristianos no hacen obras de promoción social por proselitismo, sino porque sólo el amor vence el egoísmo y hace que el mundo avance".
P. Gianni Criveller, misionero y sinólogo del PIME, comenta las palabras dirigidas ayer por el Papa al pueblo chino desde Mongolia, con el Card. Tong y el próximo cardenal Chow. "Entre ser buenos cristianos y buenos ciudadanos no hay contradicción cuando hay libertad. Ahora corresponde a Beijing dar pasos concretos en temas como la forma permanente de diálogo instada por el Card. Parolin o la misión de paz del Card. Zuppi".
La pequeña Iglesia de Mongolia que se reúne estos días con el Papa Francisco está unida por un hilo rojo a la diócesis china de Ningxia, donde vivió hasta hace tres años el único obispo mongol (clandestino) de la historia de la Iglesia católica. También conocido por el nombre de Ma Zhongmu, encarcelado durante 11 años por negarse a unirse a la Asociación Patriótica, tras la Revolución Cultural había reunido como pastor al disperso rebaño de católicos, uno a uno. Y tradujo la Biblia y el Misal Romano al mongol.
En el encuentro interreligioso de Ulan Bator se hizo un llamado al encuentro de las diferencias por el bien de todos. No confundir entonces creencia y violencia, sacralidad e imposición, camino religioso y sectarismo". En el discurso también palabras de Buda y Gandhi. En la misa, un saludo también al pueblo chino: "Pido a todos los católicos que sean buenos cristianos y buenos ciudadanos". Y a través de una cita de Teilhard de Chardin, la evocación del desierto de Ordos, donde viven las poblaciones mongolas de la República Popular China.
En la capital de Mongolia, su discurso a las autoridades ensalzando la opción de rechazar las armas nucleares. En una ciudad sacudida por las protestas por el escándalo del carbón, un enérgico llamado contra la corrupción "que empobrece a países enteros". En el encuentro en la catedral con la pequeña Iglesia local, la invitación a la sencillez: "Los números y los éxitos no son el camino de Dios". La estatua de la Inmaculada Concepción encontrada en un vertedero bendecida por el pontífice.
Expectativa por el discurso que el Papa Francisco pronunciará mañana por la mañana ante las autoridades y el cuerpo diplomático en el Palacio de Estado de la capital mongola. Moscú es el principal proveedor de energía del país, pero el 90% de las exportaciones van a Beijing. Los "nuevos socios" están interesados en las riquezas del subsuelo, empezando por las tierras raras (estratégicas en este momento). Desde esta encrucijada, el pontífice espera alentar pasos hacia la paz.