A diferencia del acuerdo sobre Gaza, la farsa de verano del encuentro entre Putin y Trump en Alaska no condujo a una disminución de las operaciones bélicas, sino que, por el contrario, empujó a ambas partes a una mayor escalada, en los hechos y en las palabras. Y tal como ocurrió en 1914, vuelve peligrosamente a crecer “la ilusión de la fatalidad”, que anula cualquier posibilidad de elección o de solución diplomática.
Ante las posiciones cada vez más radicales del presidente en su enfrentamiento con Europa, los comunistas esperan recuperar un papel central en la política rusa, saliendo del dominio absoluto del partido de Putin, Rusia Unida, y compitiendo con los liberal-nacionalistas del partido LDPR, los «populistas de derecha» de la política nacional.
Para el 31 de diciembre, otros 135 mil jóvenes rusos serán llamados al servicio militar obligatorio con métodos cada vez más estrictos para evitar excepciones. El primer objetivo no es aumentar las unidades del ejército, sino redefinir la vida misma de la sociedad, para que toda la población sienta que está en el frente, aunque después se envíe principalmente a los caucásicos y asiáticos a ser masacrados.
El sector relacionado con los suministros militares crece y prospera con flujos continuos de recursos, materias primas, finanzas y tecnologías. Las pequeñas y medianas empresas y el sector del consumo deben hacer frente a las restricciones impuestas por las sanciones, el aumento de los impuestos y el acceso limitado al capital. La economía de Moscú ya se ha arraigado en un modelo que no será fácil cambiar en el futuro.
Kalmukia, la única región con mayoría budista en la parte europea de Rusia, ha acogido a delegaciones de 35 países de todo el mundo. El propio Putin ha enviado un mensaje elogiando sus «valiosas tradiciones espirituales». Por su parte, el lama Kirišov elogió «el espíritu de sacrificio» de los soldados budistas que participan en la operación militar especial en Ucrania.
Entre los muchos objetivos de la “guerra híbrida” de Moscú, Moldavia, que celebra elecciones parlamentarias el 28 de septiembre, es uno de los más próximos. Mientras los vehículos anónimos que planean sobre los cielos de Europa se erigen como tótems amenazantes y evocan ese chamanismo de origen siberiano que hoy en Rusia es una de las expresiones más radicales de la “defensa de los valores tradicionales” contra la depravación occidental.