Cumbre de la OCS: Delhi condena el terrorismo, pero el ambiente sigue gélido con Islamabad
La Organización de Cooperación de Shanghái condenó el atentado de finales de abril en Cachemira que provocó un conflicto armado entre la India y Pakistán, pero también mencionó los ataques terroristas en Baluchistán, que según Islamabad están coordinados por Delhi. Modi, a diferencia de su homólogo paquistaní Shahbaz Sharif, evitó expresar su apoyo a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Para Beijing, a pesar de las tensiones en el sur de Asia, el multilateralismo sigue siendo la mejor opción para construir un bloque anti-estadounidense.
Tianjin (AsiaNews) - A pesar de la imagen de unidad que los países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái han intentado proyectar al exterior, presentándose como un bloque unido en clave antioccidental, las relaciones entre la India y Pakistán siguen siendo un obstáculo para China, que ha apostado sus cartas en esta cumbre. En su declaración final, la OCS "condenó" enérgicamente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, citando tanto el atentado de Pahalgam del 22 de abril como los atentados cometidos en Baluchistán entre marzo y mayo de este año, el primero contra el tren Jaffar Express y el segundo en la ciudad de Khuzdar.
Es una victoria a medias para el primer ministro indio Narendra Modi, que acusa a Pakistán de ser directamente responsable del atentado en Cachemira que causó la muerte de 26 personas, la mayoría turistas indios. En junio de este año la India se había negado a firmar el comunicado conjunto al término de la cumbre de ministros de Defensa de la OCS en Qingdao (China), impidiendo de esa manera que fuera publicado. El ministro indio Rajnath Singh había explicado que la decisión se debía a que el texto no expresaba una postura clara y compartida contra el terrorismo transfronterizo, en particular el que recibe apoyo de Pakistán.
Del mismo modo, Islamabad acusa desde hace tiempo a Nueva Delhi de financiar y apoyar a los movimientos independentistas que lanzan atentados en Pakistán, sobre todo en la región de Baluchistán. En su discurso inaugural el primer ministro de Pakistán Shahbaz Sharif reiteró que tiene "pruebas irrefutables de que hay manos extranjeras involucradas" en los recientes atentados que se produjeron en Pakistán.
En mayo, las tensiones entre los dos países del sur de Asia se convirtieron en un conflicto abierto. Los combates terminaron tras la intervención estadounidense, a pesar de las reiteradas declaraciones de Modi de que no hubo intervención de terceros y que, por el contrario, el alto el fuego se habría alcanzado directamente entre las fuerzas armadas indias y paquistaníes, a pedido del mismo Pakistán. Modi y los funcionarios indios hicieron estas afirmaciones en varias oportunidades, incluso en respuesta a las afirmaciones del presidente estadounidense Donald Trump, que había reivindicado un papel decisivo en la mediación para la paz entre los dos países. Modi ha insistido en que la India no acepta ni aceptará nunca la mediación de terceros en sus relaciones con Pakistán.
La posterior imposición de aranceles del 50% a las exportaciones indias obligó a Delhi a acercarse a Beijing y a participar en la OCS, a pesar del continuo apoyo de China a su aliado Pakistán. Y a pesar de una cierta frustración china en relación con Nueva Delhi, que, desde su incorporación a la Organización en 2017 junto con Pakistán, ha sido descrita en varias ocasiones por los expertos de Beijing como un "cáncer interno" por su oposición a las iniciativas chinas. Al mismo tiempo, sin embargo, es precisamente en los contextos multilaterales donde Beijing espera construir un bloque anti-Estados Unidos.
Los 10 países miembros de la Organización, que incluye a Bielorrusia, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Rusia, también han pedido que terminen los "movimientos transfronterizos" de los grupos terroristas y separatistas, a los que se acusa de ser utilizados con "fines mercenarios".
No pasó desapercibido el ambiente gélido entre el jefe de gobierno indio, Modi, y el primer ministro paquistaní, Sharif, quienes evitaron cualquier tipo de interacción. Sharif, según informó el diario en inglés Dawn, no se privó de lanzar una crítica no demasiado velada a la India por la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo y los ataques con misiles de mayo: "Pakistán siempre ha creído en el poder del multilateralismo, el diálogo y la diplomacia, y ha rechazado el unilateralismo. Sin embargo, para nuestro gran asombro y profunda decepción, la región ha asistido a acontecimientos extremadamente preocupantes en los últimos meses. Pakistán apoya y respeta la soberanía y la integridad de todos los miembros de la OCS y de sus vecinos", afirmó Sharif.
La declaración conjunta final se centra en el fortalecimiento del Sur Global en momentos en que las relaciones diplomáticas y comerciales se caracterizan por una "situación global caótica y cambiante". Los Estados miembros se oponen a "medidas coercitivas unilaterales, incluidas las de carácter económico", en una evidente referencia a los aranceles estadounidenses. El presidente chino Xi Jinping, que presidió la reunión de los jefes de Estado miembros, criticó en su discurso de apertura el "comportamiento prepotente" en el orden mundial e invitó a los líderes a "adherirse a la equidad y la justicia", oponiéndose al mismo tiempo a la "mentalidad de guerra fría".
La India se unió al resto de los Estados miembros para condenar la guerra de Israel contra Gaza y los ataques militares de Israel y Estados Unidos contra Irán, pero a diferencia de los otros miembros no reiteró su apoyo a la Belt and Road Initiative, el megaproyecto de infraestructura de Beijing para conectar a China con el resto del mundo. En su discurso, el presidente chino Xi Jinping prometió entregar dos mil millones de yuanes (unos 240 millones de euros) a los países miembros en forma de subvenciones para este año y otros 10 mil millones de yuanes en forma de préstamos a los bancos miembros del Consorcio Interbancario de la OCS en los próximos tres años, subrayando además la necesidad de establecer un banco de desarrollo interno de la OCS "lo antes posible".
Pakistán, por el contrario, elogió a China por sus iniciativas de cooperación económica regional: "Para nosotros, la OCS es la plataforma que mejor representa el compromiso constante de Pakistán con la cooperación y la integración regional. El éxito de China en la presidencia de la OCS refleja el liderazgo sabio y visionario del presidente Xi", afirmó Sharif en su discurso, y afirmó que la ciudad portuaria de Tianjin, elegida como sede del encuentro, representa "los valores fundamentales de China como conector y puente entre culturas y civilizaciones".
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